Cómo colocar una ofrenda tradicional de Día de Muertos
- Roberto Lozano Albor
- 30 oct. 2024
- 3 Min. de lectura

El Día de Muertos es una de las celebraciones más emblemáticas de México.
Su origen se remonta a tiempos prehispánicos, y con el tiempo ha evolucionado para incluir elementos del sincretismo cultural.
En la tradición mexicana, el 1 y 2 de noviembre se colocan ofrendas para honrar a los seres queridos que han partido, ofreciendo un puente espiritual entre los vivos y los muertos.
En Los Tulares del Abuelo, nos enorgullece preservar esta tradición milenaria en un entorno que combina la belleza natural de las chinampas con las raíces culturales de nuestra tierra.
A continuación, te mostramos cómo armar una ofrenda de Día de Muertos paso a paso.
1. Elegir el lugar adecuado
El primer paso es elegir un espacio amplio y significativo para colocar la ofrenda.
Idealmente, debe ser un lugar tranquilo donde la familia y los visitantes puedan reunirse en silencio y respeto.
2. Colocar los niveles de la ofrenda
Tradicionalmente, las ofrendas se disponen en diferentes niveles que representan el viaje del alma. Una ofrenda puede tener dos, tres o siete niveles:
Dos niveles: representan la división entre el cielo y la tierra.
Tres niveles: simbolizan el cielo, la tierra y el inframundo.
Siete niveles: representan los pasos necesarios para llegar al descanso eterno.
3. Añadir los elementos esenciales
Cada elemento en la ofrenda tiene un simbolismo especial.
Aquí te compartimos los más importantes:
Fotografías: coloca las fotos de los seres queridos que deseas honrar en el nivel más alto. Esto simboliza la conexión con aquellos que han fallecido.
Velas: las velas representan la luz que guía a las almas en su regreso. Pueden ser de color blanco, que simboliza pureza, o moradas, en alusión al duelo.
Cempasúchil: esta flor es la protagonista de toda ofrenda. Sus pétalos brillantes crean un camino que guía a las almas hacia la ofrenda.
Pan de muerto: es una ofrenda tradicional que simboliza la generosidad del anfitrión y la gratitud hacia los difuntos.
Agua: se coloca para calmar la sed de las almas que vienen de su largo viaje.
Comida y bebida favorita del difunto: se incluyen platillos típicos como tamales, mole, frijoles y bebidas como el pulque o el tequila, según las preferencias del difunto.
Incienso o copal: su humo simboliza el paso entre el mundo de los vivos y los muertos y ayuda a purificar el ambiente.
Calaveritas de azúcar: representan a los difuntos, pero también son una muestra del humor y la sátira que caracterizan a esta festividad.
Papel picado: con colores brillantes, este adorno simboliza el viento y la alegría.
4. Añadir toques personalizados
Cada ofrenda tiene un toque personal, ya que está dedicada a los seres queridos.
Agrega objetos que ellos apreciaban en vida, como libros, juguetes, instrumentos musicales o herramientas de trabajo.
En Los Tulares del Abuelo, invitamos a las familias a compartir relatos y anécdotas de sus seres queridos mientras colocan la ofrenda, creando un ambiente de memoria y gratitud.
5. Rendir un homenaje con música
Finalmente, es común que las ofrendas sean acompañadas por música.
En muchas comunidades, se tocan sones y canciones tradicionales que los difuntos disfrutaban.
La música, junto con los olores y colores, crea una atmósfera de celebración y recuerdo.
Conclusión
Colocar una ofrenda de Día de Muertos es un acto de amor y respeto hacia nuestros antepasados.
Es una tradición llena de simbolismo y espiritualidad que conecta a las generaciones presentes con sus raíces.
En Los Tulares del Abuelo, creemos en la importancia de mantener vivas estas costumbres y en crear un espacio donde las familias puedan rendir homenaje a sus seres queridos de manera auténtica y respetuosa.
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